El poeta chileno Javier Norambuena escribió un diccionario poético junto a la argentina María Eugenia López . El libro, llamado Carlinga y publicado por Club Hem Editores, ya está en las calles. Aquí, sus conceptos en forma de respuestas.
¿Cómo y por qué nació Carlinga?
La escritura de Carlinga se sostuvo de a poco, en primera medida porque asistimos en un zoo al espectáculo de un elefante orinando. Y en otra, por estar de acuerdo en varias de las palabras elementales o arcaicas para una lengua poética. Es un libro articulado en la trastienda de lecturas, correspondencias postales y viajes sudacas. No habría sido posible sin algunos paisajes americanos y las conversaciones detonadas. Es un libro mudo, porque incorpora muchas zonas abiertas en libros anteriores, los reubica. Creo que allí, el trenzado de poéticas de los fragmentos devuelve el nombre del libro a la noción del contrabando. Está bastante abierto a lo que pueda hilarse en cada lectura, allí retoma lo impreciso y excluyente de los diccionarios. Un diccionario está escrito como respuesta a fijar las sobras de una lengua. Al no existir un diccionario sudaca, este libro se acerca a esa posibilidad.
¿Qué une a Carlinga con el resto de tu obra?
Ese imaginarse un mapa contramericano en registro prosaico y extenderlo, patio por patio, a espacios medianamente ciertos. También, la jugada con los nombres y sus reinscripciones, como si estirando los nombres hubiese una operación al interior de la escritura.
¿Por qué escribís?
Porque mi primera relación con el lenguaje fue la tartamudez.
Leonel Arance.